The
Thanatos Syndrome (1978) de Walker Percy, el desencanto de la utopía
postmoderna avalada por la ciencia
María del Carmen García López / José Roberto Viveros
Castillo
Telecápita 2011
Vivimos una era de thanatos en la cual el ser se desvanece, revela Walker Percy en su
novela The Thanatos Syndrome (1987). Este
autor norteamericano de la segunda mitad del siglo XX –notablemente
influenciado por Søren Kierkegaard, Charles Sanders Peirce, y una axiomática
inclinación hacia la fe católica– señala el fracaso de una utopía sustentada en
la consigna de que la ciencia trae consigo el progreso, y sólo el bienestar
para el género humano.
A la manera de
Brave New World (1932) de Aldous Huxley, la comunidad científica en The Thanatos Syndrome (1987) aspira
instaurar una sociedad perfecta. A través de la supresión del sistema límbico,
también conocido como el super-yo en palabras de Freud, los científicos
pretenden erradicar las plagas sociales de la novela. Mediante la
administración de sodio pesado (Na-24) disuelto en el suministro de
agua local, el programa de calidad de vida denominado Blue Boy terminará por eliminar lo que Kierkegaard llama la ‘angustia’,
seguido por una pérdida gradual de la consciencia, y finalmente, la eliminación
de toda esperanza redentora a través de la compleción del ser (Kierkegaard, 1849/2004:
43).
Este procedimiento, como explicaremos más tarde,
implica coartar totalmente la libertad del individuo, un sacrificio que los
científicos creen necesario para alcanzar la utopía del bienestar común. Pues,
“Cualquier sociedad tiene derecho a protegerse a sí misma…aunque ello implique
una supresión temporal de los derechos civiles” (1987/1992: 256) explica Van Dorn,
líder del proyecto Blue Boy.
Sin embargo, contrariamente a la sociedad perfecta
idealizada por la ciencia en la novela, la felicidad como fin supremo se vuelve
irrealizable, ya que ha sido desprovista de significado al igual que casi todas
las palabras. La ciencia como institución se convierte en opresora del
individuo, pues lo manipula y deshumaniza hasta el grado de anular su dignidad.
De acuerdo con Francisco Fernández, en Utopías
e ilusiones naturales (2008), esto
es la distopía.
En un mundo que lucha por erradicar los sistemas
totalizadores de la verdad, la ciencia intenta proclamarse única fuente
legítima para explicar la realidad, por encima de la concepción religiosa. El
doctor Thomas More, personaje principal y narrador equisciente, será quien
reconcilie en sí mismo las dos visiones del mundo que se disputan la posesión
de dicha verdad suprema: ciencia y religión. Asimismo, el escepticismo como
rasgo predominante en este personaje, le permite mantener en equilibrio ambas perspectivas;
pues lo emparenta con la esencia divina de la única palabra que en la novela conserva
su significado: judío (1987/1992:150). De esta forma, su
escepticismo actúa como un arma de dos filos que lo incapacita tanto para
confiar plenamente en el dogma religioso, como para involucrarse en el experimento
que fraguan sus colegas.
En Thomas, arquetipo del individuo posmoderno,
conseguimos evidenciar de acuerdo a la explicación de Jean-François Lyotard en
su texto The postmodern condition: A
report on knowledge (1979), como la percepción de la humanidad se ha ido
fragmentado para permitir que cada sistema legitime una parte de la realidad, y
mediante la suma de todas estas visiones complementarias, alcanzar finalmente
la verdad suprema.
The Thanatos Syndrome (1987) favorece la
definición de postmodernidad aportada por Lyotard, simplificada en una consigna
de “incredulidad frente a las metanarrativas o supernarrativas” (Barry, 2002/2009:82). Desde el primer
capítulo, Thomas señala que “el genio consiste no en hacer grandes
descubrimientos sino en detectar el nexo existente entre los descubrimientos
parciales” (1987/1992:11); frase que más tarde se revela de la autoría de
Charles Sanders Peirce. Por esta razón, la novela en conjunto sucede en
mininarrativas, es decir, “explicaciones parciales de la realidad que aplican a
circunstancias locales” (Barry, 2002/2009:82).
A través de una comparación de casos,
Thomas logra identificar en los síntomas comunes de sus pacientes –cambios en
la conducta sexual y verbal, como respuestas fuera de contexto (1987/1992: 87-88)–,
el nexo que le guiará a un resultado concreto: una pérdida de la ansiedad manifestada
anteriormente en ellos, es decir, una pérdida del ‘yo’ en su totalidad (1987/1992:
46).
Cuando los doctores de Blue Boy tratan a las personas con sodio pesado, devolviéndolos a
la condición de primates (1987/1992:226), obtienen resultados satisfactorios a
nivel social e individual según los objetivos previstos, tales como la reducción
en los niveles de criminalidad, depresión, homosexualidad, embarazos juveniles,
SIDA, y un aumento en la capacidad de aprendizaje y memoria. No así, efectos
secundarios como: un desequilibrio en la
relación entre signo y significante, la pérdida de sensibilidad para las reglas
de comportamiento social –cambios en la moral–, y una inestabilidad en las
emociones al ser afectado el cerebro medio –lugar donde yacen el temor, la
agresión, la afectividad, la alegría intensa y la angustia– han sido erróneamente
descartados en su potencial pernicioso para el ser. Las implicaciones de esto
pueden ser evidentemente catastróficas en el equilibrio de la consciencia
humana, si tomamos en cuenta que el cerebro medio (neocórtex) no es solamente el
lugar donde la vida emocional adquiere un sentido mediante el concepto de amor,
moral, entusiasmo o venganza; sino que también es el área cerebral que nos
capacita para aprender y solucionar problemas tales como diseñar la bomba
atómica.
A nivel narrativo, Thomas descubre en sus pacientes,
por medio de las diferentes mininarrativas y con la ayuda del padre Smith
–personaje secundario–, el mal que fluye por las venas de Feliciana, escenario
de la novela. Mientras que a nivel histórico, Percy devela ante el lector el
verdadero ‘síndrome del thanatos’
implícito en la condición postmoderna del ser humano del siglo XX: la ternura
exterminadora.
La literatura postmoderna, dentro de la cual queda
comprendida la novela The Thanatos
Syndrome (1987), surge en una era de caos mundial. Pensemos en eventos tales
como el Holocausto (1940-1945), la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki
(1945), la Guerra Fría (1947-1991), el Muro de Berlín (1961), la Revolución
Cultural China (1966-1976), entre otros.
Reflections upon War and Death (1918), de
Sigmund Freud, es una obra que analiza las consecuencias psicológicas de este
periodo de muerte, específicamente durante la Primera Guerra Mundial (1914).
Freud hace énfasis en el
sentimiento de desilusión reflejado en la discrepancia de la
moral. Por un lado, la guerra incita al ser humano a practicar la crueldad
hacia sus semejantes como una respuesta natural; aunque por el otro, también le
exhorta a reflexionar acerca de la muerte, cuya fuerza devastadora es palpable
en los numerosos decesos originados por los conflictos bélicos.
El desarrollo de la ‘angustia’, explica Freud, es el
resultado directo del ‘yo’ frente a un riesgo inminente, que en el caso
específico de la novela nos refiere a la clasificación de ‘angustia realista’.
Este tipo de angustia se define como una manifestación de autoconservación, cuya
respuesta frente al peligro se distingue por una mezcla de afecto y acción de
defensa (1916/1917).
Dicha descripción en conjunto con los hechos
históricos previamente mencionados, quedan expuestos en la novela a través de
las palabras del padre Smith:
Nunca en toda la historia de la
humanidad había habido tantas almas civilizadas, de corazón tierno, como las
que habitan nuestro siglo… Pero nunca en toda la historia del mundo ha habido
tal cantidad de gente asesinada… Las almas de corazón tierno han asesinado a
más gente, en nuestro siglo, que los bárbaros en todos los siglos precedentes.
[…] Hermanos míos, dejadme que os diga adónde nos conduce la ternura […] ¡A las
cámaras de gas! (1987/1992: 413)
Percy señala cómo el síndrome del thanatos se manifiesta en la necesidad
humana de imponer muerte sobre aquellos que sufren; idea sustentada en el
ensayo de Freud “Más allá del principio
del placer” donde aparece el concepto de pulsión de muerte, más tarde
denominado thanatos por Wilhelm
Stekel. La pulsión de muerte, en
oposición al eros, se dirige en
primera instancia hacia el interior con un propósito de autodestrucción; subsecuentemente,
exteriorizándose en forma de pulsión agresiva o destructiva. En otras palabras,
Freud pone en evidencia la inclinación que todas las cosas animadas en la
naturaleza experimentan por regresar a un estado previo inanimado y
pre-orgánico (1920/1996).
Esta idea es medular en la trama de The Thanatos Syndrome (1987), ya que Percy
deja al descubierto una realidad en la cual la exterminación –eutanasia u
holocausto– se ha convertido en sinónimo de compasión: “[…] por primera vez en
la historia hemos alcanzado el significado pleno del término griego eu […] Eu significa bueno” (1987/1992: 403). Estas son las palabras de Bob
Comeaux, miembro de Blue Boy.
Aquí se despliega otro elemento fundamental en la
obra de Percy: el lenguaje. Tal como explica Lyotard (1924/1998), el sujeto ha
sufrido una fragmentación debido al desarrollo vertiginoso de las nuevas tecnologías,
pero como el lenguaje no se desarrolla a la misma velocidad que la realidad, se
crea un desbalance anacrónico que dificulta explicar la vida diaria por medio
de palabras adecuadas. Esta situación complica el entendimiento de nuestro ‘yo’
e interfiere en la comunicación con nuestros semejantes.
En efecto, si el espíritu de la época lleva a estos
dos personajes a buscar lo ‘bueno’ –eu–, una solución pertinente a la caótica condición
del ser humano postmoderno, tal como expresa Comeaux dirigiéndose a Thomas:
[…] los dos buscamos lo mismo:
cosas como reducir el sufrimiento en este mundo y conseguir que los criminales
sean mejores. […] no puedes brindarme una
sola razón para justificar que lo que yo hago sea incorrecto. (1992:398)
Ambas partes han entendido de manera diferente el
mensaje y son incapaces de ponerse de acuerdo.
Comeaux y su grupo de doctores en pro la calidad de vida interpretarán eu como eutanasia, pedeutanasia,
gereutanasia, en fin, imponer la
muerte como única solución viable para terminar con el sufrimiento humano.
Mientras que Thomas y el padre Smith entenderán eu como la ayuda que necesita el prójimo de un guía que comparta
sus miedos, y les aliente a enfrentarlos.
Thomas es incapaz de articular un discurso
convincente sobre la lógica de su escepticismo frente a la panacea científica
propuesta por Comeaux: “¿quién se va a oponer a la neutralización del crimen,
el suicidio, el SIDA, y las mejoras en tu vida sexual…?” (1987/1992:254). No
obstante, Thomas sabe también que el equipo de Blue Boy atenta contra la dignidad humana, manipulando la voluntad
de sus semejantes a cambio de alcanzar una utopía artificial.
El sodio pesado (Na-24) en el suministro de agua local
de Feliciana actúa sobre el pensamiento abstracto de sus consumidores,
provocando que sus respuestas sean cortas y controladas. Indica Comeaux,
haciendo referencia al tema, que:
Estamos en una era diversa de la
comunicación; basta de andar escribiendo sobre «lo que hice el pasado verano»
[…] Han entrado la fase de la comunicación gráfica y de tipo binaria […]
bastante más precisa (1987/1992:232).
De
esta manera, ya que el lenguaje se define en comunidad, los personajes quedan
incomunicados porque las palabras han sido aisladas de la realidad. Es decir, no
es la época lo que destruye al ser, sino la incapacidad para determinarse a sí
mismo y a su realidad a partir del uso del lenguaje con sus semejantes.
Al respecto, la novela también menciona cómo a
través del lenguaje, el ser humano adquiere la consciencia de su persona y un
lugar como individuo en la sociedad a la que pertenece. En este caso,
considerando que Freud apunta a la lengua como manifestación del eros, podemos entender porque Thomas
reconoce las consecuencias del Na-24 como una solución para reducir los
síntomas del thanatos, pero no para
curar el síndrome –la ternura exterminadora–. Más aún, Thomas advierte que el
Na-24 en grandes cantidades afecta el equilibro del eros y thanatos,
eliminando el ‘superyo’ y por ende la conciencia. De esta manera, la condición
postmoderna del hombre, manifestada en la pérdida de consciencia de su
humanidad, dará rienda suelta a los deseos reprimidos: eros y thanatos; alejando
al ser cada vez más de cualquier tipo de trascendencia posible.
Cuando el padre Smith habla de la ternura
exterminadora, la situación ficticia de la novela se equipara con la realidad del
hombre postmoderno. En la homilía narrada en los últimos capítulos, Smith
pide a los partidarios de tal ternura resistir el impulso exterminador,
señalando que el monopolio de la razón, como el valor más poderoso, ha caído en
manos equivocadas. Tal como los nazis lograron despojar conceptualmente
a los judíos de su dignidad para luego aniquilarlos físicamente; los doctores a
cargo de Blue Boy han erradicado todo
resquicio de humanidad en las personas tratadas con sodio, pues suprimen el
lenguaje que les concedía un lugar como seres racionales dentro de la sociedad.
The Thanathos Syndrome (1987) proyecta
una
filosofía centrada en cómo los seres humanos buscamos “una forma de vivir, y
vivir la vida que conocemos” (Blackham, 1961:2). Percy expresa su preocupación
por la condición posmoderna de la humanidad, en la cual, la gente ha decidido
conducirse ciegamente por la ciencia, dejando de lado la parte espiritual en la
concepción del mundo –la importancia de la fe, la religión y Dios–.
La condición posmoderna del
ser humano según Percy, resulta de una atenuación en el legado de la
cristiandad, así como del impacto producido por la revolución científica
(1975:20). Mientras para la religión, el hombre es proclamado un ser sagrado y
único; para la ciencia, es simplemente otro organismo tratando de sobrevivir
(1975:20). Esta dicotomía confunde la consciencia humana (1975:25), propiciando
una doble moral e impidiendo justificar una elección contundente hacia una u
otra posición.
Desde el punto de vista de Kierkegaard, el
desvanecimiento de los valores cristianos en la consciencia humana es una
explicación del estado incompleto que sufre el ser. La falacia de que a mayor
avance tecnológico, mayor sería el beneficio y comodidad para el ser humano, resultó
por el contrario en severos casos de alienación. En la novela, dicha alienación
se refleja en lo que Percy describe como ‘el síntoma permanente del alejamiento
del hombre de Dios’ (1975:26), razón por la cual el hombre queda ahora
‘incomuninicado’(1975:26), no solamente consigo mismo y sus semejantes, sino
también con Dios.
The Thanatos Syndrome (1987) deja
entrever la cosmogonía del sur de los Estados Unidos: el dogma cristiano de un
universo teocéntrico, basado en la posición estoica clásica de que un mundo sin
dioses no tiene esperanza (Young, 1983: 155); así como una preocupación
existencial acrecentada por los conflictos bélicos del siglo XX. Aquí es
donde la filosofía de Kierkegaard (Desmond, 1944:4) participa como fuerza
primaria en el relato.
En la novela, la ciencia ha quebrantado el ciclo de
las viejas teologías Judeo-Cristianas, causando un
desbalance entre eros y thanatos, y abriendo un camino
conformado por tres etapas marcadas hacia la pérdida gradual del ser. Tales
etapas son los diferentes tipos de angustia señaladas por Kierkegaard
en su libro The Sickness unto Death (1849),
cuyos efectos se ciernen sobre los personajes en The Thanatos Syndrome (1987) marcando una conexión entre consciencia,
ser, y enfermedad de thanatos.
Thomas More se adhiere al tipo de angustia
caracterizada por “wanting in despair to be oneself” (1949/2004:43)
–desesperado por querer ser uno mismo–; mientras que las personas tratadas con sodio pesado, quedan comprendidas en la
clasificación de “being uncounscious in despair of having a self”
(1849/2004:43) –la desesperación que se ignora–. Finalmente, los científicos a
cargo de Blue Boy pertenecen al grupo
de “not wanting in despair to be oneself” (1849/2004:43) –desesperado que no
quiere ser el mismo–.
La angustia, entendida como una enfermedad del
espíritu (Kierkegaard, 1849/2004:43), debe ser eliminada por completo de la
raza humana para dar paso a la utopía según los científicos de Blue Boy. Sin embargo, su condición de
“non wanting in despair to be oneself” (1849/2004:43) los conduce equívocamente
hacia la erradicación de la única cura posible para el síndrome del thanatos: la aceptación de dicha
angustia. La búsqueda de la utopía se convierte entonces en un síntoma más de
su enfermedad, ya que los medios para
conquistarla terminan sacrificando lo que debieran salvar: la humanidad.
Para Walker Percy, la angustia precisada por
Kierkegaard es un mecanismo para salvar al género humano, pues al mismo tiempo
que se explica como un impulso biológico que preserva la vida, también revela
la urgencia por salvarla eternamente según la perspectiva teleológica.
Thomas More y el padre Smith recrean la historia de la
salvación del género humano. Antes de que ellos enfrenten a la comunidad
científica, el ser estaba condenado a morir para siempre a causa de haber sido
despojado de su voluntad para elegir entre vida y muerte, de su consciencia del
pecado, y del equilibrio entre sus pulsiones de eros y thanatos. Cabe
remarcar que en este punto el eros se
traduce como la angustia –poseedora de un tinte esperanzador como llave del
paraíso– que impulsa al ser a su compleción. Desde esta perspectiva, la
angustia se vuelve una prueba más de la actuación de Dios en la vida humana.
A través de esta novela, Percy invita al hombre
postmoderno de occidente a revalorar la realidad de la angustia como el camino
a la redención. De la misma manera, su ensayo “The Delta Factor” (1975) elucida el
fracaso de los planes de la ciencia por recrear terrenalmente el paraíso
prometido –metáfora del Nuevo Edén (1975:24)–. Para la ciencia, el dogma de la
caída del hombre a causa del pecado inicia la desgracia humana. Sin embargo,
negar dicha caída y la angustia como parte esencial de un plan maestro, significa
perder la oportunidad de participar de la salvación.
Después de ‘la caída del hombre’, este se transformó
en un ‘peregrino’ o ‘explorador de su propia salvación’ (Percy, 1975:18), en
otras palabras, un perseguidor de la utopía. Durante la segunda mitad del siglo
veinte, las nuevas generaciones desengañadas por los fracasos continuos de las
metanarrativas existentes, deciden buscar su propio camino en las utopías
personales, y vuelven su mirada hacia las mininarrativas creadas por un
lenguaje significativo que les permitía entender su realidad individual como
parte de la verdad suprema.
El desencanto de la utopía postmoderna recae en la
asimilación de que la ciencia como metanarrativa no responde a las necesidades
existenciales de la humanidad. Como podemos constatar al final de la novela, la
ciencia no fue capaz de traer felicidad plena al ser, muy al contrario, liberó
fuerzas destructoras irracionales contrarrestadas solamente por explicaciones complementarias.
En conclusión, entendemos que el hombre no alcanza su plenitud a través de la
razón y el progreso material, sino a través de la consciencia de la propia
existencia.
Referencias
Barry, P.
(2002/2009). Beginning theory an introduction
to literary and cultural theory. 3rd edition. N.Y.: Manchester
University Press.
Blackham, H. J.
(1961). Six existentialist thinkers. N.Y.:
Routledge.
Desmond, J. F.
(2009). Cosmos revisted: belief and the “future” of Walker Percy. Renascense,
62 (1, 63-82). Retrieved Sept 10th, 2010 from Academic Search Premiere
Database.
Fernández
Buey, F. (2008). Utopías e ilusiones naturales. El Viejo Topo:
Barcelona, España.
Kierkegaard, S. (1849/2004) The
sickness unto death. England: Penguin.
Lyotard, J. F.
(1984). The Postmodern Condition: A
Report on Knowledge. Geoff Bennington and Brian Massumi (trans.),
Minneapolis: University of Minnesota Press.
Percy, W., tr. Collyer, J. (1987/1992). El
Síndrome del Tánatos. Colección Fin de Siglo. México: Grijalbo.
Percy, Walker (1975). The message
in the bottle. New York: First Picador USA Edition.
Sigmund, F.
(1920/1996). Más allá del principio del
placer. Madrid, España: Biblioteca Nueva.
Sigmund F. (1916 – 1917). La
angustia Obras completas, vol. XVI. 25ª conferencia UTC (mayo, 2008).
Young, Thomas D. (1983). El pasado en el presente: estudio
temático moderna del sur de los Estados Unidos. México: Noema Editores.
María del Carmen García López / José Roberto Viveros
Castillo: Universidad Veracruzana, Facultad de Idiomas, Campus
Xalapa, Ver. Estudiantes de licenciatura en Lenguas Inglesa y
Francesa, área de literatura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario