Fernando Vallejo y James Ellroy, dos maneras de envejecer escribiendo
Seis años es la diferencia entre la edad de uno y otro. Ambos son capaces de producir el mismo escándalo, el rumor en público y el gozo en el oído de quien atiende la palabra literaria. Fernando Vallejo (Medellin, 1942) y James Ellroy (Los Ángeles, 1948), dos de los escritores más importantes y representativos de sus respectivas lenguas -español e inglés-, fiuoern dos de las cartas más atractivas este sábado, en el inicio de la 25 edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Temprano, en la inauguación del evento, Fernando Vallejo fue galardonado con el Premio FIL Lenguas Romances y, por la tarde, James Ellroy presentó su más reciente novela A la caza de la mujer (Mondadori, 2011).
Los dos escritores tiene personalidades extraordinarias. Su presencia pesa, se siente en el aire como si este fuera agua dentro de un estanque que ellos desordan con su presencia. Su presencia abre entonces un dilema: ellos o el aire. No pueden convivir ambas materias en el mismo espacio. Por eso mismo a ellos tampoco se los puede ver juntos ni separados por unos cuantos metros de distancia.
Vallejo es el escritor "mexicano" nacido en Colombia que entiende como pocos la hora violenta (el diría la condición) por la que atraviesa nuestro país, gran escritor periferico, agudo y pertinaz critico del establishment. Ellroy es el escritor occidental ultraderechista más indecente. Pocos desearían compartir la mesa con cualquiera de los dos. Todos cuidarían sus palabras porque frente a ellos, más que ante cualquier juzgado, todo lo que se diga puede ser utilizado en contra. No obstante, Ellroy es un poco más simpático e irónico. Parece un orgulloso inglés pero con la sangre osada de los chicanos.
Pocos escritores del mainstream son capaes de hablar de un modo tan desinteresado como ellos. En camio, a la mayoría, les interesa conservar la pequeña parcela que han conquistado al entrar a la tierra de los publicantes (los escritores que tienen libros publicados), no hacerse de enemigos, ser políticamente correctos, ufanar a los amigos y destrozar a los rivales.
Algunas beldades (verdades) de Fernando Vallejo: "Si me hubiera educado en la escuela del PRI ya sería millonario". "¡Cómo hicimos sufrir a mi mamá. Bien merecido se lo tenía: quién la mandó a tener tantos hijos!" "El PRI, semillero de todos los narcos en México". "Nunca hemos tenido civilización, sólo barbarie". "Con 7,000 millones de personas en el mundo, vamos directito al desastre. Estamos al borde del precipicio y nos vamos a ir por él". "Calderón es un hombre indigno, no tiene el dereho de decidir sobre el destino de millones de personas". "Lo inmoral de esta sociedad son tanto el Islam como la Iglesia católica. Que no me vengan con el cuento de la civilización cristiana". "A todos ustedes la Iglesia les puso una venda en los ojos que los ciega".
Pos su parte, las que siguen son algunas de las "maravillas" de James Ellroy. La primera de ellas, el título que dijo debía haber llevado en español la novela A la caza de la mujer, cuyo título en inglés The Hilliker Curse significa "la maldición Hilliker": "Le hubiera puesto -dijo en español-: Yo soy el perro malo, feo... y grande". Acto seguido, acotó con sus antebrazos extendidos haia el frente a la altura de los codos y con sus dos dedos índices extendidos, la longitud de un objeto imaginario, que enfatizó con dichos dedos como si tamborileara en el aire un par de veces. Su gesto era una clara alusión a un pene. En el acto, leyó las primeras páginas de su novela y lo hizo como un apóstol de la concupiscencia, de foma performática, con un ritmo que oscilaba entre gritos famélicos, largas risotadas y la más perfeta dicción.
Dos escritores muy distintos que pesan por su personalidad y, sobre todo, por sus libros, por su literatura que es grande y no les cuelga como lo que tienen en medio el cuerpo. Dos escritores viriles, aunque a uno le guste (ya sabemos a quien) "meterse cosas interesantes por el culo". La literatura en la FIL retumbó desde su primer dia. Veamos qué sorpresas nos depara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario